Ayer tenía que
preparar algo rápido porque iba bastante justa de tiempo. Abrí el congelador,
vamos a ver que hay… ¡mira! unas albóndigas, guisantes… uhm… en la nevera tengo
zanahorias, tomate y en el verdulero
cebollas… ¡pues vamos allá!
Ingredientes
12 albóndigas
Tomate
Zanahoria
Cebolla
Guisantes
congelados
1 vasito de caldo
de verduras casero
Preparación
Antes de empezar, una pequeña aclaración sobre las albóndigas. Pueden ser de vacuno, de ave, de cerdo o una versión mixta. Las podéis comprar preparadas (sin rebozar), podéis comprar la carne y hacerlas vosotr@s o bien pedir en la carnicería que os las preparen (esta última es, para mi, la mejor opción) Dicho esto... empecemos
cortando el tomate en daditos (como a los míos les gusta, no lo camuflo con la salsa) En
una sartén con un poquitín de aceite empezaremos a hacerlo. En la
picadora ponemos la zanahoria y la cebolla. Una vez bien desmenuzado, lo incorporamos a la sartén. Vamos regándolo poco a poco con el caldo de verduras, a
medida que vamos viendo que la salsa lo necesita. Cuando ya lo tengamos casi
listo, introducimos los guisantes y lo dejamos un poquito más. A parte
doraremos las albóndigas para acabar metiéndolas en la salsa y que se acaben
de hacer impregnándose con la salsa (unos 10 minutos.) ¡Y... listo para pasar la
prueba de nuestros pequeños comensales!
Espero que esta
técnica del camuflaje os sirva a aquell@s que tenéis, como yo, el dilema niñ@s
vs verdura.
Dejad vuestros
comentarios y sugerencias, que seguro que tenéis también alguna técnica
infalible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario